En este disco la banda intentó describir ese sentimiento de felicidad mezclada con melancolía que genera abandono, un poco como si de repente llegara el otoño en un amplio día de verano; Todavía sientes el calor de los días calurosos, pero de repente te encuentras envuelto en un día sombrío.

Es el sentimiento que genera una partida, no necesariamente dolorosa, el sentimiento de un padre que ve a sus hijos emprender el vuelo, la felicidad, la preocupación y el sentimiento de carencia.

Giovanni Risso y Marco Lamberti simplemente se encontraron uno frente al otro, dos guitarras, un diálogo directo, sobrio, sin filtros ni sobregrabaciones, un análisis sincero y directo de este sentimiento intentando traducirlo en música.