“El regreso de FAVERAVOLA con un álbum conceptual que es también una ópera medieval de rock progresivo, que narra la saga del Castillo de Zumelle y el amor entre el caballero Muricimiro y Atleta”
Aquellos que amaron el protoprogresivo de los años 70 y las atmósferas épicas y de cuento de hadas de "La Paese dei Cento Castagni" (2006) sólo podrán recibir con gran entusiasmo el regreso discográfico de FAVERAVOLA.
La banda veneciana, formada por músicos con lejanas experiencias en los años 70, estilísticamente una mezcla progresiva entre Le Orme y Branduardi, completa después de múltiples vicisitudes "Castrum Zumellarum", una obra de rock progresivo medieval inspirada en la saga del castillo de Zumelle (aún existente). en la zona de Belluno) y del amor turbulento entre el caballero Murcimiro y el Atleta.
Nueve episodios, desde el coral inicial con órgano “Anno Domini DXXV” hasta el conmovedor final de “a minstrel's love song”, entre romance, cambios de escena aventureros, paseos épicos de rock progresivo y conmovedores momentos pastorales, donde el sonido de Hammond y Giancarlo El piano de Nicorelli se convierte en protagonista, nuevamente asistido por sus consolidados compañeros Adriano Durighetto (bajo), Paolo Coltro (batería), Gianluca Tassi (guitarra eléctrica).
El violín de Consuelo Marcon una vez más resulta precioso y evocador al caracterizar el sonido de Faveravola, al igual que la flauta y el saxo soprano de Renato Bettello y la guitarra acústica de Flavio Miotto.
Grandes protagonistas Alessandro Secchi y Bianca Luna, quienes con sus interpretaciones vocales dieron fuerza expresiva y patetismo a la historia musical.
Mención especial merecen también las obras de arte y las maravillosas ilustraciones de Marta De Martin.